Puertos
Hablar de puertos en toda esta zona de los Pirineos no es tarea fácil. Sería un empezar y no poder parar, por lo que tratar de reunir todo lo que es capaz de ofre¬cernos, sería totalmente imposible. Pocos kilómetros longitudinales dentro de todo lo que suponen los Pirineos, pero con una personalidad muy marcada en la que su encrucijada de carreteras nos diseña un mapa de puertos inigualable. Carreteras estrechas, a veces justitas de asfalto, de las de subir sufriendo y bajar tranquilo. Un enemigo permanente en los elevados porcentajes, pero siempre “disimulados” por un entorno espectacular al que se nos antoja casi imposible no caer rendido. A veces resulta difícil entender tantas carreteras que llevan al mismo sitio, tantos rodeos, bucles, que bien pudieran ser una definición práctica de la palabra laberinto. El menú es escandaloso, un pequeño “país de las maravillas”.